Los niños de hoy en día se han criado rodeados de tecnología. Esto no es malo en la mayoría de los casos, pero hay que reconocer que hay un índice muy superior de obesidad y sedentarismo en nuestros niños que en generaciones anteriores. Pasan más horas pegados a las pantallas de múltiples artículos tecnológicos que practicando deporte y jugando en la calle. No es fácil hacer para ellos que el deporte sea atractivo… ¿o sí?Montar a caballo es una actividad que a todo niño le encanta. Las ventajas de practicar este deporte son innumerables, veamos algunas:

— Autoestima: Que un niño controle a un animal de ese tamaño, que por primera vez pueda ver a «los mayores» desde una posición superior, que pueda presumir ante su grupo de iguales de ser un estupendo jinete… Dale la oportunidad de sentirse bien consigo mismo.

— Asumir responsabilidades: No se trata sólo de llegar y subirse al caballo. El ejercicio de la equitación empieza mucho antes, en el establo. Enseñarles a preparar al animal, a cuidar el equipo de trabajo, alimentar y asear a su «gran amigo» les hace sentirse importantes y les ayuda a entender que no todo es diversión, sino que tienen responsabilidades. Asumir el cuidado del caballo les ayuda a tomar conciencia de sus obligaciones y deberes.

— Realizan ejercicio físico: La equitación es un deporte en el que intervienen todos los grupos de músculos: Tronco superior e inferior. Una de las actividades más completas, y lo mejor ¡harán ejercicio sin darse ni cuenta!

— El vínculo que se forma entre caballo y el niño es muy especial. Para cada niño, sucaballo es un amigo, les hace sentirse importantes.

— Es una actividad que se hace al aire libre y puede compartirla con el resto de la familia.

Una ventaja añadida es que no es necesario tener un caballo propio y un lugar para alojarlo cuando hay centros especializados como Los Ciruelos, donde monitores especializados ponen a su disposición animales nobles que se adaptan a todos los niveles para iniciar a los niños en el maravilloso mundo de la equitación.